WhatsApp: Cuando los mensajes se convierten en pruebas de verdad


Las charlas que tenemos por WhatsApp pueden convertirse en pruebas clave en un juicio, dado que se trata de un medio de comunicación usual en nuestros días. 
Ahora bien, para ser admitidas y tenidas en consideración, deben cumplir dos requisitos:
 

1º OBTENCIÓN LEGAL: 

Los mensajes deben conseguirse de una forma lícita, por ello, tienes que ser parte de la conversación.
Siendo parte, tienes derecho a grabar y guardar cualquier chat en el que participes y presentarlo como prueba, pero si los mensajes los conseguiste entrando al móvil de tu pareja, de tu hijo o de cualquier otra persona sin su permiso, olvídate, pues la prueba será rechazada.
 
Recuerda: Mucho ojo con ese tipo de conductas, pues pueden constituir una violación de la privacidad, del secreto y de las comunicaciones, de  consecuencias penales.  

 

2º LA AUTENTICIDAD O CADENA DE CUSTODIA:  

Imagina que los mensajes de WhatsApp son como una joya valiosa que debe llegar intacta al juicio. Para que el juez los tenga en cuenta hay que demostrar que no han sido manipulados.
 
¿Qué es la cadena de custodia? Ni más ni menos que la demostración de que no ha existido manipulación ni edición de ningún tipo. Si existen dudas acerca de su autenticidad, la otra parte puede impugnar los mensajes y complicar la admisión o la relevancia de la prueba.


 

¿CÓMO SE PRESENTAN LOS MENSAJES AL JUZGADO?
 
  • Exportando el chat: WhatsApp tiene una función para exportar conversaciones en un archivo (normalmente en formato .txt o .zip). Esto es muy útil porque incluye los mensajes, fechas, horas, incluso fotos o audios.
 
  • Pantallazos: Suele ser la opción más común. Haces capturas de pantalla de los mensajes y se imprimen o presentan en soporte digital. 
Junto a la presentación de los mensajes designaremos el móvil o soporte en el que puedan visualizarse, aunque hay que tener en cuenta que el móvil por sí solo no prueba la no manipulación de los mensajes: para eso está el perito.

Recuerda: Parece exagerado, pero cuando los mensajes pueden ser muy concluyentes, puedes dirigirte a la Notaría para que el notario de fe de la secuencia de los mismos y del contenido.
 


EL RIESGO DE IMPUGNAR:

En el juicio cada parte puede pronunciarse sobre las pruebas que presenta el contrario, impugnando su autenticidad. En tal caso se cuestiona la validez de los mensajes, dando a entender que han podido ser manipulados. Cuando esto ocurre deberás demostrar no existe edición alguna solicitando una prueba pericial. En tal caso, el juzgado designará un perito y éste determinará la problemática. La prueba la paga quien pide el perito, es decir, el que presenta los mensajes, a no ser que resulten auténticos, en tal caso, el coste del perito será sufragado por quien impugnó los mensajes a sabiendas de su autenticidad. Por ello, impugnar la autenticidad de unos WhatsApp es un movimiento arriesgado, pues quien impugna de forma infundada, pierde credibilidad.
 

CONSEJOS PRÁCTICOS:
  
  • Guarda tus mensajes desde el principio: No borres mensajes, aunque creas que no son importantes. A veces, un "vale" o un emoji puede ser clave en el contexto.
  • Haz copias de seguridad: Exporta los chats y guárdalos en un lugar seguro (un USB, la nube, etc.). Así, si algo le pasa a tu móvil, no pierdes la prueba.
  • Consulta a un abogado: SIEMPRE.
 
No todo es tan fácil: 

Aunque los WhatsApp son una herramienta poderosa, no siempre son la prueba definitiva. El juez valorará los mensajes en conjunto con otras pruebas (testigos, documentos, etc.). Además, si los mensajes son vagos o no están claros, podrían no tener el impacto que esperas. Por ejemplo, un "ya lo arreglaremos" no es lo mismo que un "te prometo pagarte 1.000 euros el viernes". 
Sé estratégico cuando quieras conseguir documentar un hecho.